Comportamiento a bordo
zapatos
Cualquier persona que acude a un gimnasio con zapatos de calle debe quedarse fuera de inmediato. Y quien quiera entrar en un barco con zapatos de calle, ni siquiera llega a cruzar la pasarela. Es la regla más importante de todas: a bordo, solo se llevan zapatos antideslizantes para embarcaciones con suela brillante (limpia), o se va descalzo. En los puertos deportivos de todo el mundo hay cajas frente a cada barco para depositar los zapatos. No importa lo importantes que puedan ser los tacones para el look, simplemente no van bien con los tablones sensibles de los yates de motor y veleros.
ropa
Por supuesto, esa cuestión depende del tamaño y del tipo de barco. En el yate „Perolus" de 115 metros de Roman Abramovich cabe mucho más equipaje que en un barco de vela de 15 metros; y un yate de motor generalmente tiene más espacio de almacenamiento que un velero. La regla fundamental es que no es posible llevar maletas rígidas. Las bolsas de viaje son mejores que las maletas, porque se pueden doblar para guardar. La ropa elegante es sólo para los cruceros y es mejor elegir algo cómodo y deportivo, y ropa para abrigarse en los días frescos. En el mar generalmente sopla una brisa y hace más fresco que en tierra.
Saludo correcto:
En realidad los patrones de barco no son informales por naturaleza. Sin embargo, siempre se saludan muy relajados y casi a cámara lenta. Wolfgang Weber, actualmente navegando alrededor del mundo cerca de Cuba y autor del libro "Sail Knigge", explica: "Los marineros se saludan tranquilamente con una mano, cuando ambos barcos navegan uno al lado del otro o con la distancia más corta entre ellos. Ese saludo no solo significa '¡hola!', sino también ‚Todo está bien a bordo'. Mover las dos manos es un grito de socorro y un aviso al otro barco de prestar o pedir ayuda.
Servicios de marineros
También un navegante invitado puede ser útil a bordo, pero solo debe realizar tareas que le han sido asignadas por un patrón de barco, porque todo lo demás puede crear trabajo innecesario para los profesionales. El capitán Weber aconseja: „Los navegantes sin experiencia a menudo se quejan de que sus patrones no confían lo suficiente en ellos, por lo que es aconsejable que pidan a sus patrones enseñarles algunas maniobras sencillas". Pero incluso si no tiene ni idea de la vida en el mar y aún así quiere ayudar, todavía queda un trabajo importante: de ayudante en la cocina.
Mercancía suelta
Wikipedia: „En la navegación se denomina mercancía suelta todas las jarcias que se usan para mover las velas o los palos con los que están conectadas, igual que todas las cuerdas y aparejos , que no están sujetos en ambos extremos y por lo tanto se puede mover.
Así que, por favor, jamás hay que agarrarse a algo suelto como una cuerda o un mástil para evitar caer al agua, sino siempre agarrarse a algo fijo como la barandilla. (Todo lo que brilla y está hecho de metal es siempre una buena alternativa) La regla de oro de los marineros es: una mano para el barco y una mano para ti.
Agua potable
Resulta que transportar un cable de abastecimiento de agua sería bastante difícil, y por eso es importante manejar los recursos con cuidado. Incluso si tiene instalado un "productor de agua" (una mini planta desalinizadora que transforma el agua de mar en agua potable), solo hay una cantidad limitada de agua dulce en un barco, así que úselo con moderación. Y no deje correr el agua al lavar los platos u otra cosa. Incluso después de bañarse en el mar, solo quitase el agua salada rápidamente con agua dulce, si fuera necesario. Por cierto: la sal en la piel no es dañina (pregunte en un SPA el precio de un tratamiento de Thalasso-terapia con agua salada)
Alcohol
Generalmente, los marineros tienen reputación de ser buenos bebedores. Al mismo tiempo, el capitán o patrón siempre debe estar sobrio en el timón. Una cerveza después de echar el ancla está bien, pero dicen que hay navegantes que celebran cada maniobra exitosa con una bebida. Un grupo de este tipo, debería estar bien entrenado en el consumo alcohólico y memorizar nuevamente el párrafo de „mercancía suelta".
Humo y borrachera.
En el mar, el capitán o patrón es el mandatario sin restricciones. Y es quien decide el curso y puede decidir por sus compañeros de viaje. Esto significa que solo se fuma si al capitán no le importa. Y si piensa consumir sustancias prohibidas en el viaje, le creará un problema si le pilla el patrón. Y si el barco es controlado por las autoridades, incluso puede ser confiscado, lo que podría arruinar su buena relación con el patrón.
Mareo
Siempre hay gente que se marea, y no importa lo tranquilo que este el mar. Sin embargo, algunas de estas personas parecen querer „intentarlo nuevamente" en cada oportunidad para comprobar si el problema se ha resuelto mientras tanto. Y al cabo de una hora vuelven a colgarse sobre la barandilla. Un consejo para estas personas: Sea honesto consigo mismo. Hay buenas pastillas de viaje (por ejemplo, Biodramina), que deben tomarse al menos media hora ANTES de embarcar.
Banderas
Si ve la bandera de „Britain -Offshore" en un barco, no necesariamente el propietario procede de las Islas Vírgenes. Simplemente era más barato darlo de alta allí. Casi más importante que la bandera nacional del barco, es la bandera del país anfitrión que debería estar a estribor, es decir, a la derecha, y colgar más alto que la bandera nacional. Obviamente los mallorquines preferirían ver la bandera mallorquina en lugar de la española, pero, desde una perspectiva legal, no tiene importancia. En babor puede colgar cualquier otra cosa: la camiseta de las últimas vacaciones del club o la bandera de Conch Republic (una micro-nación autoproclamada de Key West, amante de la paz y el humor).
El camino es la meta
Básicamente, el viento en un barco de vela siempre sopla en la misma dirección, es decir, de frente. Así que de frente es hacía donde uno quiere ir en ese momento. Sin embargo, hay una solución relativamente fácil: no querer ir a ningún lugar concreto y a ninguna hora exacta. No hay sitio mejor que en un barco de vela para aplicar la sabia y celebre frase de "el camino es la meta´. Disfrute de su estancia, déjese llevar por el efecto meditativo del mar, explore nuevos mundos y practique la desaceleración activa.